Me sacaron del clóset: ¿Qué hago?
Nadie debería tener que decir: “Me sacaron del clóset”. Tú deberías poder decidir cuándo, cómo y con quiénes quieres compartir tu orientación sexual o tu identidad de género. Sin embargo, en ocasiones tus familiares, amig@s o compañer@s de estudio o de trabajo se enteran por otras personas sin tu consentimiento o simplemente por situaciones fortuitas:
- “Dejé el Facebook abierto y se dieron cuenta que soy gay”
- “Me vieron dándome un beso con mi novia y se enteraron que soy lesbiana”
- “Me sacaron del clóset con mis papás y no se qué decirles”
“Ahora que me sacaron del clóset no se que hacer”
Aunque este no era tu plan original, ahora te ves en la necesidad de enfrentar la situación y posiblemente no sabes qué hacer ni cómo asumirlo. Según el contexto y la persona que se haya enterado, es posible que tengas miedo sobre las consecuencias que esto podría traerte.
Además, si no habías decidido salir del clóset seguro tendrías tus motivos. Tal vez no te sentías aún preparadx para asumirlo con las personas que se enteraron. O de pronto estabas convencidx de que no tendrían una buena reacción y preferías no salir del clóset. Sin embargo, si ya ocurrió no vale la pena quedarte pensando en por qué pasó, si hubieras podido evitarlo o en idear el plan perfecto para desaparecer sin dejar rastro.
Por el contrario, debes enfocar tu energía en tranquilizarte y asumir la situación. Esto significa buscar los apoyos necesarios y evitar que la salida del clóset se complique más. Recuerda, después de la tormenta viene la calma.
Aquí te dejamos algunas ideas que surgen de nuestra experiencia en incontables conversaciones terapéuticas con quienes nos consultan diciendo “me sacaron del clóset y no sé qué hacer”:
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Lo primero es no entrar en pánico.
No estás haciendo nada malo. Ser gay, lesbiana, bisexual o trans no es ningún delito ni estás haciendo daño a nadie. Aunque esto puede parecer obvio, en este momento necesitas recordarlo con frecuencia y decírtelo frente al espejo todas las mañanas. Además, debes tenerlo presente en esas conversaciones difíciles que pueden venir si la reacción de quienes se enteraron no es positiva.
Busca tener a tu red de apoyo cerca.
No importa tanto la cantidad de personas como la calidad del apoyo que puedes recibir. Te ayudará contar así sea solo un amigx o familiar con quien ya hayas salido del clóset.
Las formas en que tu red (de amigxs, familiares, compañerxs, profesores, jefes, vecinxs, grupos, profesionales) puede apoyarte son muy variadas: escucharte, recordarte que no estás solx, darte un lugar para quedarte algunos días, ayudarte a pensar cuál sería la mejor forma de asumir la situación o actuar como aliadxs en la familia, el trabajo, el contexto educativo para evitar que quienes se enteraron te hagan daño o te rechacen.
Si sientes que estás solx y no sientes que nadie pueda apoyarte, no te preocupes.
Tienes varias opciones para encontrar los apoyos que necesitas:
- Puedes pensar en salir del clóset con alguien cercano (que consideras tendría una reacción de apoyo).
- También puedes buscar apoyo en profesionales especializados e instituciones que trabajen con personas sexualmente diversas. Si nos necesitas, ¡aquí estamos para apoyarte! El apoyo de profesionales expertos te permitirá sentirte más respaldadx y acompañadx en este momento. También te ayudará a digerir las emociones que estés experimentando para mantenerte tranquilx. Finalmente, poder tener un interlocutor te ayudará a buscar la mejor manera de asumir que te hayan sacado del clóset de acuerdo con tus recursos personales y las dinámicas del entorno.
Cada quien debe poder decidir cuándo, cómo y con quiénes quiere compartir tu orientación sexual o tu identidad de género.
No tomes decisiones por un impulso.
Elabora tu plan de respuesta. Sabemos que por tu cabeza pueden pasar muchas cosas al enterarte que te sacaron del clóset. También pueden venir muchas emociones a ti: “Me sacaron del clóset sin que yo lo quisiera. No estoy preparadx para asumirlo. Me van a rechazar. Tengo miedo de la reacción que tomen los demás.”
Es importante no tomar decisiones por el impulso del momento, sin contemplar las opciones que tienes para manejar la situación. A veces un buen plan de acción te permite ir sorteando la situación y evitar complicarla aún más.
Si sientes que no puedes pensar con claridad suficiente para elaborar tu plan de respuesta por todo lo que estás sintiendo, busca ayuda en alguien de tu confianza o en un profesional experto. Una vez superado el shock inicial, podrás decir con más calma: “Me sacaron del clóset pero ya se como asumirlo.”
No aceptes que te agredan o te amenacen por tener una orientación sexual o una identidad de género diversa.
El que otros hayan tenido acceso a este aspecto de tu vida no les da el poder de tratarte mal, amenazarte o burlarse de ti. En cualquier momento que te veas expuestx a una reacción violenta que no respete tu dignidad, debes marcar un límite. Busca ayuda si es necesario para garantizar el respeto que te mereces como ser humano.
No está bien que tus padres te saquen del colegio o te agredan física o verbalmente. Tampoco está bien que te expulsen del colegio o te amenacen por tu diversidad sexual o de género. No está permitido que te echen de tu trabajo por ser gay, lesbiana, bisexual o trans.
Si te sientes agredidx, no debes guardar silencio sino buscar apoyo. Familiares, amigxs, aliadxs, instituciones públicas y privadas que trabajan con personas LGBT te pueden ayudar a parar la situación.
Comparte información actualizada sobre la diversidad sexual y de género.
Por último, puedes compartir recursos con las personas que necesiten informarse más sobre la diversidad sexual o de género.
A veces, los temores o las reacciones de los demás vienen cargadas de prejuicios frente a las personas sexualmente diversas. Por tanto, resulta útil aclarar conceptos básicos como la diferencia entre la orientación sexual y la identidad de género de una persona o la evidencia de que ser gay, lesbiana, bisexual o trans no implica tener ninguna enfermedad o trastorno, sino que se trata de expresiones diversas de la condición humana.
Y tú, ¿qué harías si te sacaran del clóset?, ¿te ha pasado? ¿Qué otros recursos piensas que serían útiles en esta situación?
Te invitamos a dejar tus opiniones, ideas, experiencias y aportes sobre este tema en la sección de comentarios debajo del formulario de contacto. ¡Queremos oírte!