¡Quiero ser un hombre diferente!

¿Has escuchado alguna vez que “todos los hombres son iguales”? ¿Crees que es cierto? Aunque algunas personas afirman que solo existe una manera de ser hombre, lo cierto es que existen diversas maneras de construir la masculinidad. 

Muchos hombres con identidades de género u orientaciones sexuales diversas están cuestionando la masculinidad tradicional al ver las consecuencias negativas que trae para sus vidas. Para ello, están creando nuevas masculinidades.

Pero, ¿qué es la masculinidad? ¿Cuáles son los problemas que trae la masculinidad hegemónica? ¿Cómo podemos construir una masculinidad diferente?

¿Qué es la masculinidad? ¿Hay más de una forma de ser hombre?

Para entender qué es la masculinidad, puedes recordar a tu abuelo, a tu padre o a algún hombre mayor con el que hayas crecido. ¿Te has detenido a pensar en lo diferentes que son a los hombres de hoy en día? Por ejemplo, en la actualidad es usual que encuentres a un hombre cuidando de sus hij@s o haciendo labores domésticas. Estos cambios corresponden a diferentes modelos sobre lo que es ser un hombre.

Así, la masculinidad se refiere a los distintos modelos acerca de “qué es ser un hombre” en una sociedad en particular.

En ocasiones, puede que no quieras encajar dentro del modelo que te proponen. Si esto ocurre, recuerda que hay otras formas de ser hombre. Así como en el pasado la masculinidad fue distinta, hoy tú lo puedes ser (siendo cuidadoso, sensible o abierto al diálogo por ejemplo). Esto no significa que eres menos hombre que los demás. Simplemente adoptaste una masculinidad distinta a la masculinidad hegemónica.

Pero ¿qué es la masculinidad hegemónica? ¿Cuáles son sus consecuencias?

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La masculinidad hegemónica y lo que nos deja

Quizá recuerdes algunas películas de acción en las que los hombres son arriesgados, violentos, tienen muchas relaciones con mujeres y son “fuertes como una roca.” Estas son algunas características de lo que se denomina la “masculinidad hegemónica” (Connell, 2005).

La masculinidad hegemónica se basa en el rechazo a todo lo femenino, y en la fuerza y el poder como las más altas metas a alcanzar.

¿Dónde puedes ver la masculinidad hegemónica en el día a día? Basta con que pienses en la violencia masculina, la idea de que los hombres no expresan sus emociones o no necesitan cuidar de sí mismos.

Si decides vivir la masculinidad de esta forma puedes encontrar muchas dificultades para saber cuándo ceder o resolver un conflicto, y encontrar problemas a la hora de expresar tus emociones en tus relaciones cercanas. ¿Te sientes identificado con algunas de estas situaciones?

¿Por qué muchos quieren “un hombre serio, cero plumas” en el “mundo gay”?

Si eres un hombre con una orientación sexual diversa quizá te hayas fijado en el modelo de hombre que exhibe la mayoría de aplicaciones gays. Casi siempre se exhiben hombres con cuerpos tonificados y rudos, ¡como si no fuera posible ser atractivo sin ser musculoso!

Puede que hayas sentido que si no tienes ese cuerpo o no estás siempre disponible sexualmente, no serás atractivo, te juzgarán como “afeminado” y tal vez te discriminarán (incluso otros hombres gays).

Sin embargo, puedes reflexionar sobre las consecuencias que trae para tu vida aceptar este modelo de hombre. ¿Vale la pena seguirlo? Si solo eres fuerte y rudo puede ser difícil mantener una relación de pareja a largo plazo. ¿Cómo solucionarías los conflictos o hablarías con tu pareja de lo que sientes? Incluso, si intentas ser el más rudo, ¡siempre habrá alguien más rudo que tú!

Este modelo de masculinidad puede convertirse en una meta inalcanzable y muy desgastante para cualquiera y trae muchas dificultades en la vinculación afectiva en el “mundo gay”.

Valora en otros hombres y en ti mismo el cuidado. Cuidar de otros y de ti mismo no es solo una cuestión femenina, sino que hace parte de aceptarnos vulnerables y confiar en los demás.

“Soy un hombre trans, pero no quiero ser el típico hombre”

Si eres un hombre trans es posible que te estés preguntando qué tipo de masculinidad quieres construir.

Algunas veces, al empezar un tránsito no se tienen muy claras todas las vivencias que como chico puedes experimentar. Incluso, puede que no te sientas cómodo en espacios masculinos tradicionales. Esto puede deberse a que concibes la masculinidad de una forma distinta. Por ejemplo, si transitas a chico pero no quieres dejar de ser una persona cariñosa, puede que temas que algunas personas te traten de “afeminado” o “marica” o que cuestionen tu masculinidad.

Frente a esta situación, algunas chicos trans intentan ser más “machos” con actitudes hegemónicas o más intervenciones corporales. Pero siempre puedes reflexionar qué tipo de hombre quieres ser, y construirte de una manera diferente. Para ello, existen muchas maneras, como no aplaudir los comentarios machistas, alzar la voz frente a las violencias de género o ser más afectivo, tal como lo hace Pol.

Nuevos caminos y nuevas masculinidades

Las presiones, tanto internas como externas, pueden jugarte una mala pasada al construir tu masculinidad. Pero, ¡existen formas de ser hombre alternativas a las convencionales!

Si decides explorarlas, es posible que te encuentres con personas que te juzguen por no ser lo que ellas esperan. En estos casos es importante que reflexiones qué tiene valor para tu vida, quién quieres ser y con qué forma de vivir tu género te sientes más pleno.

¿Quieres reconocer cómo has construido tu masculinidad?

• Observa con detalle cómo te relacionas con tu pareja y con otras personas cercanas. Algunas veces podemos agredir a los demás o mantener relaciones violentas sin ser conscientes de ello.
• Busca maneras de conectarte con tus sentimientos y de expresarlos en momentos oportunos. Con ello, evitarás acumularlos y luego terminar explotando, y además podrás solucionar los problemas de forma más conciliadora.
• Valora en otros hombres y en ti mismo el cuidado. Cuidar de otros y de ti mismo no es solo una cuestión femenina, sino que hace parte de aceptarnos vulnerables y confiar en los demás.
• Vive una sexualidad consciente respetando lo que sientes. Así, podrás evitar situaciones donde te veas inclinado a hacer algo que no quieres solo por cumplir con lo que se supone deberías hacer como hombre.
• Acércate a personas que no te juzguen si deseas realizar cambios en tu vida. La ayuda profesional puede ser un buen comienzo.

Existen muchas otras maneras de construir la masculinidad desde la diversidad. La clave está en tomar las riendas de tu propia identidad y aventurarte a explorar las maneras que mejor funcionen para ti. 

¿Tienes otras ideas sobre tu masculinidad? ¿Quieres hacer cambios pero no sabes por donde comenzar? Escríbenos en la sección de comentarios debajo del formulario de contacto. ¡Queremos oírte!