Matrimonio igualitario en Colombia: un análisis psicológico
La Corte Constitucional colombiana reconoció los derechos patrimoniales de las parejas del mismo sexo en 2007 (ver Sentencia C-075/07) y admitió en 2011 que las parejas del mismo sexo son familia(ver Sentencia C-577/11), abriendo el camino para el matrimonio igualitario en Colombia. El debate aún está vigente y como el Congreso no ha legislado sobre el matrimonio igualitario, en 2013 la Corte Constitucional autorizó a jueces y notarios a proteger las familias conformadas por parejas del mismo sexo. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para garantizar su derecho de contraer matrimonio.
Como organización que atiende a personas sexualmente diversas y a parejas del mismo sexo en psicoterapia, reconocemos la importancia de la legitimación legal y social de los vínculos de parejas del mismo sexo y consideramos que el matrimonio igualitario en Colombia es un paso importante en este sentido.
Hemos evidenciado el impacto en el bienestar psicológico y en las dinámicas de relación que se asocia a un contexto hostil que descalifica estas uniones y que niega los derechos de quienes conforman una pareja con una persona del mismo sexo. Por tanto, queremos compartirles nuestras comprensiones acerca de la siguiente pregunta:
¿Cuál es el impacto psicológico de la falta de legitimación social y legal de los vínculos de pareja entre personas del mismo sexo?
Te puede interesar:
Tengo miedo al VIH: prejuicios, mitos y estigma frente al VIH
Pareja del mismo sexo multicultural – el idioma del amor
Amigos LGBT: ¿cómo conocerlxs y ampliar tu red de apoyo?
Adicto a Grindr: ¿Cómo salir del círculo vicioso?
¡No quiero sentir vergüenza por ser LGBT!
1. La falta de validación social de los vínculos de pareja entre personas del mismo sexo tiene un impacto negativo en el bienestar psicológico de las personas sexualmente diversas y en la consolidación de sus relaciones.
Este impacto se refleja en la pérdida de los vínculos familiares y sociales que sufren muchas personas LGBT, lo cual genera un debilitamiento en la red de apoyo y puede llevar en muchas ocasiones a vínculos simbióticos en las parejas del mismo sexo.
Es así como la pareja se convierte en muchas ocasiones en el único apoyo y esta situación puede generar dilemas difíciles, pues favorece el desgaste de la relación y dificulta la búsqueda de ayuda externa en las transiciones del ciclo vital o en los momentos difíciles de la vida que atraviesa cualquier persona y cualquier relación.
Mientras las parejas heterosexuales cuentan con múltiples fuentes de apoyo y validación para superar estos momentos difíciles, las parejas del mismo sexo muchas veces temen ser rechazadas o reciben una descalificación de sus vínculos por parte de las familias de origen y de la sociedad más amplia.
2. La falta de validación legal es una fuente de estrés adicional a las que enfrenta cualquier relación.
Muchas parejas del mismo sexo que consultan con nosotros enfrentan fuentes de tensión relacionadas con la falta de validación legal de sus vínculos, tales como preocupaciones sobre que los recursos legales vigentes no sean suficientes para la garantía de sus derechos como pareja.
Estas se constituyen en fuentes de estrés adicionales a los que enfrenta cualquier relación e impactan negativamente en el bienestar psicológico de sus miembros y en la dinámica de la relación, pues una gran cantidad de la energía disponible se dedica a proteger el vínculo y a intentar evitar todos los riesgos que podría correr la relación y sus miembros con la legislación actual.
Mientras las parejas heterosexuales cuentan con múltiples fuentes de apoyo y validación para superar estos momentos difíciles, las parejas del mismo sexo muchas veces temen ser rechazadas.
3. La posibilidad de participar en rituales culturales tiene un impacto positivo en el bienestar emocional de personas sexualmente diversas y en la consolidación de sus vínculos de pareja.
El reconocimiento es una necesidad psicológica básica y el objetivo de estos rituales es precisamente dar reconocimiento a las personas que participan en ellos y a sus vínculos, facilitando las transiciones vitales y otorgando a quienes participan un estatus social distinto.
Es así como la inclusión igualitaria de las parejas del mismo sexo en los rituales culturales que marcan el ciclo vital personal y de la relación, promueve el reconocimiento personal y la validación familiar y social del vínculo, así como el establecimiento de una red de apoyo adecuada para la consolidación de la relación de pareja.
Además, la posibilidad de participar de estos rituales culturales contribuye a dotar de sentido y a enmarcar las experiencias de la vida y combate la desesperanza, la sensación de marginación, así como las dificultades para la construcción de una identidad y estima propia que son motivos de consulta muy frecuentes en personas LGBT actualmente.
En síntesis, desde la experiencia clínica con personas sexualmente diversas y parejas del mismo sexo evidenciamos el impacto psicológico que se asocia a la falta de protección de los derechos de las parejas del mismo sexo.
No queremos decir con esto que todas las parejas del mismo sexo deban contraer matrimonio para construir una relación satisfactoria, sino que ésta es una decisión que cada pareja debe poder tomar de forma autónoma y el derecho a hacerlo debe estar garantizado para que aquellas que quieran hacerlo no se vean impedidas por la actual legislación colombiana y no sufran los efectos psicológicos negativos evidenciados.
Te invitamos a dejar tus opiniones, ideas, experiencias y aportes sobre este tema en la sección de comentarios que encontrarás debajo del formulario de contacto. ¡Queremos oírte!
