“¡Está en línea y no me habla!”: Las redes sociales y las relaciones de pareja
Hoy en día, para muchas personas las relaciones interpersonales y afectivas están también mediadas por la interacción en las redes sociales. Gestos como “dar like” a una foto en Facebook, aceptar o ignorar una solicitud de amistad, publicar en eventos importantes “en una relación con…” o un Retweet en Twitter se traducen en señales de aceptación o rechazo, cercanía o distancia emocional, afecto o indiferencia.
A nivel de pareja las expectativas sobre la interacción en redes sociales suelen ser mucho más altas, ya que en un mundo incierto y cambiante, estamos constantemente a la búsqueda del lugar que ocupamos en la vida de nuestra pareja.
¿Qué impacto tienen las redes sociales en las relaciones afectivas?
“Me dejó leíd@”
Una de las experiencias más dolorosas para muchas personas hoy en día es el momento en que su pareja lee un mensaje por Whats App y no lo responde. Ya no existe la incertidumbre de si recibiría la carta o el correo, sino que existe la certeza de que la persona ha recibido y leído el mensaje enviado. Antes de ser un alivio, esto puede volverse una tortura porque lleva a muchas personas a imaginar las posibles razones por las cuales la persona ha decidido no responder el mensaje.
Todas estas interpretaciones sobre la importancia que tiene para la pareja la relación si no contesta el mensaje inmediatamente, llevan en ocasiones a reclamos y conflictos, limitando la espontaneidad y la libertad personal ante la necesidad de que la comunicación sea permanente e inmediata.
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“Está en línea y no me habla”
Es frecuente escuchar esta queja de algunas personas cuando ven a su pareja en línea en Messenger o en Whats App y no reciben comunicación por parte de el/ella. La siguiente pregunta que se hace la persona es: “con quién estará hablando?” Los celos por este motivo pueden llevar incluso a que la persona decida desactivar la hora de su última conexión.
Esta situación puede ser más difícil en parejas del mismo sexo que no cuentan con legitimación social o que viven la relación únicamente en ámbitos privados, pues temen que al no ser evidente para los demás que tienen una relación de pareja, el/la otr@ aparezca ante los demás como solter@ y pueda ser objeto de coqueteo por parte de amigos, compañeros de estudio o de trabajo.
Sin embargo, lo que podríamos preguntarnos es si la expectativa de recibir una disponibilidad total y permanente de la pareja es real y si ejercer control sobre el/la otr@ es la manera de construir confianza y de nutrir la relación de pareja.
¿Qué impacto tienen las redes sociales en las relaciones afectivas?
“Me bloqueó de todo”
Muchas veces el fin de la relación de pareja viene acompañado de bloquear las interacciones en las redes sociales para favorecer el distanciamiento emocional que muchas personas necesitan para sanar y hacer su duelo. Algun@s señalan que no necesitan bloquear a la ex pareja para distanciarse, sino que simplemente evitan entrar en contacto por un tiempo.
Por otra parte, la curiosidad lleva a algun@s a indagar en las redes sociales de su ex pareja con quiénes se está relacionando, cómo se está sintiendo y si ha publicado algún mensaje que indique lo que está pensando sobre la ruptura.
En conclusión, es innegable el impacto que tienen en muchos casos las redes sociales sobre las relaciones afectivas, pues ponen a disposición herramientas de información y comunicación que proponen nuevas dinámicas de relación. Más allá de satanizar o venerar estas herramientas, resulta importante tomar decisiones conscientes sobre el uso que queremos darles y sobre las formas de relación que queremos privilegiar a nivel de pareja y a nivel interpersonal.
Así las redes sociales nos proporcionen herramientas que nos den la ilusión de una comunicación permanente e inmediata, podemos decidir si es conveniente relacionarnos con nuestra pareja bajo la premisa de una disponibilidad total y de una comunicación constante.
También podemos cuestionarnos sobre los efectos que tiene la posibilidad que brindan algunas de estas herramientas de saber qué está haciendo nuestra pareja en cada momento, pues sin darnos cuenta podríamos caer en dinámicas de control del/de la otro/a que limitan la autonomía personal y que debilitan la confianza en la relación.
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