¿Cómo sanar las heridas del pasado y reescribir nuestra historia para poder vivir bien en el presente?
Muchas personas señalan que recuerdan constantemente las experiencias dolorosas del pasado y que son éstas las que les impiden vivir tranquilamente en el presente o incluso proyectar un futuro distinto en sus vidas. Al recordarlas, evocan una y otra vez emociones de tristeza, rabia, culpa, decepción, nostalgia y dolor alrededor de momentos pasados que les han impactado y que no logran dejar atrás. ¿Cómo sanar las heridas del pasado para poder seguir adelante con la vida en el presente?
“No pienses más en eso, pasa la página y ya está”
Las mejores intenciones de familiares o amigxs que recomiendan no pensar más en estos hechos para dejarlos atrás, muchas veces tienen un efecto contrario, pues resulta imposible dejar de pensar en aquello que nos ha impactado profundamente.
Estas experiencias pasadas son parte de la historia personal de cada quien y en ocasiones resulta imposible borrarlas del panorama. Además, obligarnos a no pensar en ellas paradójicamente las trae a nuestra memoria con más fuerza.
Si bien no podemos forzarnos a no pensar en estos momentos pasados que están cargados de emociones intensas y que hacen parte de nuestra historia, si podemos decidir de qué manera los recordamos y qué historia queremos reconstruir de ese pasado y de nosotrxs mismxs.
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“No puedo devolver el tiempo”
Parte de la frustración que se acumula al recordar los momentos dolorosos del pasado tiene que ver con la imposibilidad de volver a ese momento para actuar distinto, tomar otras decisiones o evitar pasar por ciertas situaciones.
Sin embargo, a pesar de la imposibilidad de devolver el tiempo, si es posible transformar esos recuerdos dolorosos y darles otra connotación en nuestra historia de vida.
Es así como los mismos hechos del pasado pueden tener múltiples interpretaciones, dependiendo de si en nuestra historia el/la protagonista principal (que seremos cada unx de nosotrxs) se concibe como una víctima, un superhéroe, un villano, un estúpido, una persona compasiva, un robot, un ser humano digno, entre otros. La pregunta es entonces: ¿qué personaje quiero ser yo en mi historia?
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“Por lo que me pasó no podré ser feliz”
Por otra parte, algunxs también sienten que las experiencias dolorosas del pasado son un gran peso que cargan en el presente y que les impide ser felices hoy en día. Frases como las siguientes ilustran esta situación: “Como mis papás me trataron mal cuando era pequeñx, hoy no puedo ser feliz”, “como mi ex me fue infiel, yo no podré volver a confiar en nadie”, “hace algunos años tomé una mala decisión y ya nunca podré vivir bien”.
Por supuesto es necesario reconocer el impacto que han tenido las experiencias dolorosas de la vida en cada unx de nosotrxs. Muchas personas acuden a terapia psicológicaprecisamente para poder sanar estos dolores y encontrar un camino diferente para sus vidas presentes y futuras.
Una de las claves en estos procesos de reescritura de la propia historia es comprender que el tiempo, en vez de ser lineal (pasado-presente-futuro) es circular en la medida que estamos constantemente reescribiendo la historia de nuestra vida en nuestra interacción con otrxs y con nosotrxs mismxs. Es así como podemos decidir qué historias queremos contarnos de nosotrxs mismxs y qué mirada queremos tener frente a lo que nos ha ocurrido en el pasado.
Retomando la propuesta de terapia narrativa de Michael White, a veces la historia dolorosa puede volverse dominante, opacando otras historias alternativas que también están allí y que nos hablan de nuestra resiliencia, valentía, entusiasmo por la vida y confianza en nosotrxs y en los demás. Resulta útil engrosar la historia y llenarla de matices para poder reconocer los recursos personales que serán claves en nuestra vida presente y futura.
Y a ti, ¿qué te ha ayudado a ampliar la historia de te cuentas de ti mismx y de tu pasado?
Te invitamos a dejar tus opiniones, ideas, experiencias y aportes sobre este tema en la sección de comentarios que encontrarás debajo del formulario de contacto. ¡Queremos oírte!