Las personas trans no están enfermas
¿Cuál es el cambio en la clasificación de las identidades trans que se propone en la CIE-11? ¿Qué impacto tiene para las vidas y la atención en salud de las personas trans?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se encarga de dictaminar las políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial.
Una de las funciones principales de la OMS es publicar la Clasificación Internacional y Estadística de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE). Este manual es el instrumento para identificar tendencias y estadísticas de salud en todo el mundo. Proporciona un lenguaje que facilita a los profesionales de la salud compartir información sanitaria globalmente.
Las personas trans en la CIE-10
La CIE vigente es la CIE-10, la cual está en vigencia desde 1990. El 18 de Junio de 2018 la OMS anunció la publicación del CIE-11. Esta nueva clasificación se presentará en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2019. Entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Este sistema de clasificación creado por la OMS empieza se utiliza cuando cualquier persona consulta con unx profesional de la salud. Es obligación de lx profesional asignar un código de clasificación al motivo de consulta de lx paciente que está atendiendo.
¿Qué tiene que ver la CIE con las personas trans?
Cuando una persona trans consulta al sistema de salud para realizar su tránsito de género, el código que se le asigna con la CIE-10 es el F.64 (Trastornos de la identidad de género). Este código está clasificado dentro del capítulo 05 (Trastornos mentales y de comportamiento). Dentro de este capítulo, está organizado dentro de los trastornos de personalidad y comportamiento del adulto.
Así pues, en el CIE-10 vigente se enmarca esta consulta como un tema de salud mental. Es considerado un trastorno mental y del comportamiento. Además se patologiza, ya que es considerado un trastorno de identidad de género.
Este sistema de clasificación le ha hecho mucho daño a las personas trans, ya que estigmatiza, patologiza y discrimina su identidad de género. Además, legitima el rol de lxs psiquiatras como guardianes del género y fiscales del malestar.
¿Qué propone la CIE-11?
La CIE-11 propone un cambio importante pero insuficiente en la clasificación de las identidades de género diversas. Por un lado, retira este diagnóstico de la lista de trastornos mentales y lo clasifica dentro del capítulo 17 (Condiciones relacionadas a la salud sexual). Además, hace referencia al diagnóstico de “incongruencia de género” (código HA60).
Celebramos que las identidades del género diversas dejen de ser consideradas trastornos mentales. #NoMásPatologización
Con el cambio propuesto en la CIE-11, las variaciones en la identidad de género se clasifican de una manera menos patologizante. Ya no son consideradas un trastorno, sino una condición que puede requerir de los servicios de salud.
Al permanecer como una condición dentro de la CIE-11, lxs profesionales de la salud cuentan con un código diagnóstico para llevar a cabo los procedimientos de salud trans-específicos que sean necesarios en cada caso. Por tanto, lxs profesionales de la salud no podrán negarse a dar atención en salud a las personas trans.
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¿Por qué este cambio resulta insuficiente?
Aunque este cambio es importante en el proceso de despatologización de las identidades trans, resulta insuficiente porque sigue comprendiendo a las personas trans desde la “incongruencia de su género”.
¿Esto supone que existirían “géneros congruentes” o “más congruentes” que otros?
En LIBERARTE preferimos hablar de variabilidad de género o de identidad de género diversa. Entendemos que la identidad de género en los seres humanos es un espectro variable, amplio y diverso que se construye en la interacción con unos referentes culturales y en contextos históricos, sociales, familiares y personales muy específicos.
Es así como no podemos afirmar la existencia de “un género congruente” y “otros incongruentes”. Tampoco podemos considerar que la función de lxs profesionales de la salud sea “corregir” la supuesta incongruencia.
Por el contrario, la función de lxs profesionales de la salud debe ser acompañar las construcciones identitarias diversas. Lxs profesionales deben prestar las herramientas que la medicina y las demás disciplinas de la salud ofrecen para apoyar la autonomía y la autenticidad de género en quienes les consultan.
Por otra parte, es desafortunado que con este cambio en la CIE-11 se siga comprendiendo la variabilidad de género como un asunto sexual. Los cuerpos trans han sido históricamente exotizados e hipersexuados. Esta clasificación perpetúa las comprensiones reduccionistas y equivocadas desde el ámbito netamente sexual.
Es así como se deja de lado el alto componente social y estructural que se asocia a los malestares que pueden presentar las personas con géneros diversos.
Reducir los malestares al cuerpo sexuado como si fuera el único lugar de manifestación del sufrimiento, es dejar de lado el mundo relacional en el que ese cuerpo se encuentra inmerso. Hablar de salud solamente comprendiendo el cuerpo es un error que creíamos que ya superado.
¡La lucha por la despatologización sigue vigente!
Celebramos que las variabilidades del género dejen de ser consideradas trastornos mentales. Pero creemos que es necesario seguir avanzando hacia la despatologización de las identidades trans.
Por lo tanto, seguiremos en la lucha de ampliar la comprensión del sufrimiento como algo que no está anclado solamente al cuerpo. Necesitamos evidenciar los malestares en torno al género en otras dimensiones de la experiencia humana, reconociendo el fuerte impacto de las estructuras sociales y culturales. También necesitamos reconocer que estos malestares no siempre se presentan y que las personas trans también pueden vivir muy satisfechxs.
Vamos a seguir trabajando para visibilizar no solo la “disforia de género”, sino también las “euforias de género” que acompañan las construcciones identitarias alternativas.
Pensar que todo proceso de tránsito inevitablemente implica malestar es un prejuicio que no estamos dispuesto a reproducir.
¡Felicitamos a todas las personas trans por este logro! ¡Seguimos en la lucha académica y terapéutica desde nuestro ejercicio profesional para despatologizar las identidades trans!
Si quieres compartir con nosotros tus reflexiones sobre este tema, escribe en la sección de comentarios debajo del formulario de contacto. ¡Queremos oírte!
