¿Cuándo debo decirle a mi hijo que soy LGBT?
Muchas madres y muchos padres se preguntan: “Es conveniente decirle a mi hijo que soy LGBT? De ser así, ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo? Al pensar en cómo decírselo a los hijos, se enfrentan a muchas dudas y temores:
- “Si les cuento siendo pequeños, ¿puedo hacerles daño?”
- “¿Será que mis hijxs me va a rechazar?”
- “¿Qué hago si la abuela, el tío o las profesoras les hablan mal de mí por ser LGBT?”
Tal vez estas ni siquiera deberían ser preocupaciones. Estudios científicos han aclarado que la diversidad sexual o de género de los padres no tiene efectos negativos en el desarrollo psicológico de los hijos de personas LGBT.
Por lo tanto, se debe promover que el proceso sea lo más fluido posible. Así, tendrá un efecto protector para los hijos de personas LGBT y para la familia en general.
“¿A qué edad debo decirles a mis hijos que soy LGBT?”
No existe una edad precisa para decirles a los hijos. Es así como desde que nacen lxs niñxs pueden convivir con la diversidad sexual y de género. Además, estas diversidades no son un problema o algo negativo para ellxs.
Muchos niñxs que crecen en hogares homoparentales asimilan con total naturalidad que tienen dos mamás o dos papás.
Sobre todo madres o padres que tienen hijxs de una unión heterosexual previa pueden enfrentar retos al salir del clóset. La ex pareja o la familia puede presionar para ocultar la orientación sexual o identidad de género a los hijos.
Por tanto, más que la edad de los hijos de personas LGBT, el criterio para evaluar cuándo y cómo compartir la propia diversidad sexual o de género estaría asociado a poder encontrar una red de apoyo sólida que acompañe el afianzamiento personal de la madre o del padre y que le permita resolver los conflictos pendientes con la ex pareja y/o con la familia de origen.
Así, los hijos de personas LGBT no quedan triangulados en conflictos de lealtades que sí podrían afectar su bienestar psicológico.
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¿Cuándo debo decirle a mi hijo que soy LGBT?
“Quiero decirle a mi hijo que soy LGBT, pero ¿cómo hacerlo?”
Tampoco en este caso existe una respuesta universal que sea válida en todos los casos. Lo que podría ser fluido en algunas familias, en otras puede requerir del acompañamiento de un profesional especialista. No se trata de que la diversidad sexual o de género de los padres pueda generar daño a los hijos. Es el entramado de relaciones familiares, sociales y escolares el que puede amplificar conflictos que estén pendientes por resolver.
Por ejemplo, una madre lesbiana con una hija de 7 años*, quien está al cuidado de la abuela materna en las tardes, se pregunta: “ahora que mi hija está más grande ha empezado a preguntarme sobre mi pareja y quiero decirle que soy lesbiana. Pero me preocupa que se lo diga a mi mamá o que cuando yo no esté, mi mamá le hable mal de mí.”
Así, en ciertos contextos salir del clóset con los hijxs necesariamente implica resolver también dilemas con otras personas. De esta forma se garantiza que no sean los hijos los que deban mantener en secreto esta información. Tampoco deben ser los hijos quienes reciban mensajes ambiguos o violentos al respecto.
Estudios científicos han dejado claro que la diversidad sexual o de género de los padres no tiene ningún efecto negativo en el desarrollo psicológico de l@s hij@s.
“¿Qué pasa si mi familia y mi ex espos@ no están de acuerdo en decirle a mi hijo que soy LGBT?”
Sobre todo madres o padres LGBT que no cuentan con apoyo de familiares o amigos tienen esta pregunta. Es posible que hayan tenido una separación conflictiva del padre o la madre de sus hijos.
En estos casos, no es suficiente que la respuesta sea: “si no les gusta, de malas”. El riesgo es que l@s hij@s queden en medio del “fuego cruzado” de los adultos. Por tanto, resulta necesaria una mirada más amplia que simplemente “contarles o no contarles”.
Un psicólogo clínico especialista en atención a familias diversas podría ayudar en la búsqueda de alternativas que faciliten la resolución de los conflictos pendientes. Se debe configurar un entorno propicio para que la familia con padres o madres LGBT pueda seguir adelante y recibir el apoyo social que como cualquier familia requiere.
En conclusión, el efecto negativo para l@s hij@s no viene de la diversidad sexual y de género de sus padres o madres. Viene del rechazo familiar o social y de las implicaciones que éste tiene para la familia. La pérdida de fuentes de apoyo importantes, los conflictos entre adultos significativos y el desgaste emocional de no poder construir relaciones genuinas y transparentes con l@s hij@s en un contexto hostil son algunas de las implicaciones más dolorosas.
¡No más discriminación!
Ojalá lleguemos al punto en que estas ni siquiera sean preocupaciones para los padres y las madres LGBT. Tanto ellxs como sus hij@s merecen vivir con la diversidad sexual y de género de forma fluida y natural. Sin embargo, estas situaciones se presentan aún con frecuencia y es necesario buscar la ayuda necesaria para encontrar la mejor alternativa en cada caso particular.
¿Tú qué piensas de este tema?, ¿Qué crees que puede ayudar a que éstas no sigan siendo las preocupaciones de madres y padres LGBT?
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*Este ejemplo se presenta con fines ilustrativos pero no corresponde a nadie en particular.
