“De manera sucinta, deseo hacer una narración de mi experiencia personal en LIBERARTE^®. Desde muy temprana edad, sentí una fuerte atracción por determinados aspectos femeninos y en especial con lo maravilloso que significa ser mujer en el plano erótico, pero lleno de un concepto sublime y tierno de la expresión. Para la adolescencia los sentimientos femeninos se fueron incrementando paulatinamente, como el usar a los 15 años y subsiguientes prendas de mujer; no obstante, no desarrollé patrones de comportamiento, como usualmente se les suele denominar “afeminados”, sino por el contrario, me comportaba en todo el sentido de la palabra como un “hombre”, y a veces con ciertos matices de machismo; de tal manera que sentía atracción por las mujeres y es así como a la edad de 27 años contraje matrimonio con una joven que representó el gran amor de mi vida y de cual tuvimos dos hermosos niños.”

“Pero lo que se ha sido en aspectos tan profundos como la identidad de género, nunca se deja de ser, y finalmente, como es apenas obvio, se acabó mi matrimonio con todo lo que esto implicó. El proceso de dolor y tristeza, tanto para mi, como para mi ex esposa ha sido desgarrador e infortunadamente la relación entre lo dos cada día parece deteriorarse más y más. Lo anteriormente descrito, me llevó a solicitar ayuda profesional, por cuanto mi estado de depresión, ansiedad y tristeza cada día profundizaba más y sólo cuando acudí a LIBERARTE^®, no obstante la gran juventud de mi terapeuta y después de haber tenido asistencia psicológica e incluso psiquiátrica, pude confrontarme a mí misma y entender de una vez por todas, que debía aceptarme como la mujer que soy; es una simple cuestión de aceptación personal, de no seguir luchando en vano por lo que tanto se desea y se siente y además de lo cual no tenemos la culpa, ni es algo malo de lo cual debamos avergonzarnos; obedece a un concepto íntimamente ligado a nuestra propia naturaleza y que desborda cualquier apreciación moralista, religiosa o ética, que a veces lo único que nos produce es un terrible sufrimiento y angustia.”

“Hoy me siento plena en mi sentir, profundamente segura de lo que soy, siento y deseo para el resto de mi existencia. Plenamente consciente del difícil camino que me resta por andar y con un sentimiento de enorme gratitud con la profesional en cuestión, que logró disminuir mi gran depresión y sufrimiento y que me permite en la actualidad estar en un proceso de tratamiento hormonal, para a futuro poder cumplir mi gran sueño de la reasignación de sexo (cambio de sexo).”