“La realidad y el ser humano muchas veces dejan de funcionar como una unidad y sus amistades y realidad comienzan a convertirse en un círculo sin salida donde a pesar de tener a quienes te aman a tu lado, te sientes solo, vulnerable y con un temor inmenso que sobrepasa lo que eres como persona, y todo porque alguien te abandonó o simplemente porque se tomaron caminos diferentes en la vida.”

“Esto me pasó a mi, tuve una relación hermosa por 6 años, mi pareja era quien hasta mis 15 años fue mi mejor amiga, luego se convirtió en mi primer amor y bueno hasta hace un año estuvimos juntas. Crecimos, maduramos, reflexionamos y consideramos que debíamos seguir por caminos diferentes, había cosas que vivir aparte y dejar de ser una unidad para ser dos individuos que continuarían sus vidas por separado. Al principio fue algo ilógico e incomprensible para mi y aunque mis amigos intentaron hacerme entender que era lo mejor y que debía continuar, mi mente, mi cuerpo y especialmente mi corazón no querían comprenderlo. Tuve momentos de desesperación donde sólo me interesaba refugiarme en el alcohol y noches en un bar, queriendo no sentir y solo hacerme daño, y a pesar de que quienes me aman intentaban estar ahí no era suficiente, había algo más que necesitaba y no lograba comprender que era, pero lo que si tenía claro era que nada de lo que tenía en mi vida era suficiente y que claramente no estaba rindiendo en mi carrera y en mi vida nada de lo que hacia era realmente útil, así que empecé a buscar en internet, a leer; leía temas como por ejemplo “¿cómo salir de una tusa?”, “¿qué hacer si nada en tu vida sientes que es suficiente?”, pero nada era realmente útil, por lo que finalmente decidí que necesitaba una ayuda externa, alguien objetivo que pudiera escucharme y de alguna forma guiarme, sin juzgar o querer manejar mis emociones.”

“Encontré la página de LIBERARTE^® y decidí escribir, debo aceptar que tenía un poco de temor pues sólo había hablado de lo que me había pasado con algunos de mis amigos y me daba pánico pensar que mi familia podría enterarse y reaccionar mal. Finalmente me arriesgué y llegué a LIBERARTE^®, donde me sentí tan cómoda como jamás me había sentido, me encantó saber que no iban a juzgarme, ni a buscarle un por qué a mi orientación sexual, o que me obligarían a salir del closet y que tampoco iban a dictarme un listado de reglas de cómo llevar mi vida y como actuar frente a mi realidad, simplemente iba a hablar, a expresarme, a dejarme sentir y a “LIBERARME”. De verdad agradezco la labor que hacen, el profesionalismo y dedicación con cada uno de sus pacientes y la capacidad de entendimiento y manejo que tienen con cada una de las personas que los visita, además del ambiente cómodo, de confianza y tranquilidad que logran en cada una de sus sesiones. Pienso que es algo a lo que debemos acudir todos, sin importar si hay algo especifico que queramos solucionar o simplemente porque necesitamos alguien objetivo y dispuesto a escuchar para conversar un rato acerca de nuestra vidas.”