“Cuando a uno le dicen “mamá, me gustan las niñas”, a uno se le viene el mundo encima, porque a uno nunca le enseñaron qué hacer si eso pasaba, cómo reaccionar, qué decir ni qué pensar. Uno como mamá quiere lo mejor para su hija y yo lloraba mucho por las noches, sin que ella me oyera, de pensar cómo iba a ser su vida, porque lo que yo había oído era que había mucha droga, que no iba a poder tener una familia.”

“Mi hija me vio tan mal que buscó esta asesoría y yo fui porque no sabía a quien recurrir y ella me dijo que estaban especializados en estos temas. Ya llevo algunas sesiones y por lo menos ya puedo hablar más tranquilamente de esto y le dije a mi hija que quería conocer a su compañera porque ya me siento más preparada y no quiero que nos alejemos, ella es muy importante para mí.”