“Mi testimonio es diferente porque yo soy hetero y nunca imaginé ir a un psicólogo, mucho menos ir a un sitio para personas LGBT, aunque nunca he tenido lío con esto y respeto mucho las opciones de cada quien. Sin embargo, una amiga que había ido a Liberarte hace un tiempo me recomendó y me insistió mucho porque ella me conoce bien y sabe que yo no trago entero y odio que me den argumentos falsos por creencias o prejuicios. Ella me dijo que en LIBERARTE^® era distinto el ambiente, que allá respetaban mucho el estilo de vida de uno y lo que uno quería lograr con la terapia.”

“Entonces me decidí, la verdad estaba sintiéndome muy mal, tenía algunos problemas y sentía que había fracasado en muchas cosas. La verdad desde que me llamaron para explicarme cómo funciona todo me sentí muy bien, tranquilo, y ya en las citas me fui abriendo poco a poco. Decidí dar este testimonio porque se que uno como hombre se lo piensa mucho antes de pedir ayuda, y a veces la ayuda está en el lugar que uno menos se imagina, como fue en mi caso. Logré algo que creía imposible por mi pasado y me siento muy satisfecho de haberme arriesgado a buscar una terapia diferente a las tradicionales.”